Cultivar tomates en un Tower Garden® no sólo se trata de “plantar y jugar”. Hay muchos pros y contras, así como diferentes técnicas de cultivo que debes tener en cuenta.

Al iniciar el proceso de siembra de los tomates, el fabricante aconseja plantar 2 semillas por unidad de lana de roca/fibra de coco y, cuando los semilleros tengan unos 5 cm de altura, recomiendan cortar la planta más débil.

En Agrotonomy Tower Farms, preferimos empezar con una sola semilla por lana de roca: nuestra experiencia nos ha demostrado muchas veces que cuando germinan 2 semillas al mismo tiempo en el mismo espacio (limitado), la planta de semillero más pequeña nos indica que, necesariamente, esta se convertirá en una planta más débil cuando crezca. Empezar con una semilla por lana de roca es nuestra recomendación, ya que nos permite evaluar mejor cuáles son los semilleros más sanos que hay que plantar.

Se recomienda plantar 1 semilla por lana de roca o fibra de coco.

Las semillas germinan generalmente en 10 a 14 días y las plántulas tardan de 5 a 6 semanas en estar listas para ser plantadas.

Las plantas de tomate no rinden bien por debajo de los 20°C/70°F. Si utilizas tu Tower Garden® en un invernadero, se recomienda ayuda para la polinización.

Con el paso de los años, en Agrotonomy Tower Farms hemos cultivado más de 50 variedades diferentes de tomates con la tecnología Tower Garden®.

Hemos realizado numerosas pruebas comparando el cultivo de tomates de forma aeropónica con el cultivo de tomates en el suelo.

Además, hemos utilizado diferentes técnicas de poda y de apoyo estructural al cultivo.

Hay muchos vídeos en YouTube y en otras fuentes ofreciendo consejo sobre cómo cultivar tomates en un Tower Garden®, y, una vez más, como todos los consejos publicados por Agrotonomy Corp., sólo aconsejamos a nuestros lectores basándonos en nuestra propia experiencia.

En primer lugar, hablemos de nuestras numerosas pruebas comparativas:

Los tomates cultivados en las torres suelen producir, de media, un 50% más de cosecha (en comparación con el cultivo de tomates en el suelo), y sus frutos son notablemente más grandes, entre un 20% y un 30% del tamaño original. Los tomates cultivados en las torres también empiezan a fructificar antes, y seguirán dando frutos durante más tiempo.

Los tomates que crecen en las torres también necesitan de mucha menos agua que sus homólogos cultivados en el suelo. Además, los tomates cultivados en torres suelen estar libres de plagas (siempre que se utilice una jaula de cultivo o una espaldera, o dicho de otro modo, siempre que los tomates se cultiven fuera del suelo).

Por otro lado, ¡unos tomates cultivados en el suelo sin plagas es casi un oxímoron!

Algunas variedades de tomate indeterminado crecerán desde abril hasta diciembre (por ejemplo, en un clima mediterráneo). Los frutos se podrán cosechar desde junio hasta noviembre. Los tomates recogidos hasta mediados de julio tienen mejor sabor que los de agosto, aunque los tomates recogidos de la misma planta, pero desde finales de septiembre a octubre son mucho más dulces.

Los tomates cultivados en el suelo pueden ofrecer un sabor muy superior al de los tomates cultivados al aire libre en un Tower Garden®. Esto nos demuestra que no es el calor lo que afecta al sabor de los tomates, sino que, cuando las temperaturas superan los 32°C/90°F, el agua del depósito de la torre se calienta hasta niveles inaceptables, por lo que se inhibe la plena liberación de los flavonoides. Esto explicaría su peor sabor a pesar de su mayor rendimiento en comparación con sus homólogos cultivados en el suelo.
Desaconsejamos utilizar la tecnología Tower Garden® para cultivar tomates utilizando los puertos de plantación inferiores y dejando que las plantas se arrastren por el suelo. Por supuesto, esto es probablemente lo que os han aconsejado hacer a la mayoría de vosotros, pero en Agrotonomy Tower Farms estamos 100% en contra de permitir que las plantas se arrastren desde la torre hasta el suelo. Una de las mayores ventajas de la tecnología Tower Garden® frente a la agricultura/jardinería convencional es la increíble reducción en el uso de pesticidas, y esta es una de las principales razones para que las plantas crezcan fuera del suelo: impedir que millones de patógenos de todo tipo se suban a la torre.

Si utilizas una torre aeropónica, te aconsejamos que utilices una jaula de cultivo o, mejor aún, que utilices una espaldera o una estructura de cultivo personalizada. Somos conscientes de que en EE.UU., sólo el Tower Garden® flex viene con jaula (el nuevo Tower Garden® para uso doméstico no viene con la opción de jaula de soporte). Una estructura de cultivo puede ser tan simple como 4 ó 5 estacas plantadas alrededor de la torre y conectadas con cordel/cable/malla scrog, etc., para sostener el crecimiento de la planta.

Como alternativa, en lugar de cultivar variedades indeterminadas que seguirán creciendo durante toda la temporada, te aconsejamos que cultives variedades de tomate determinadas que crecen hacia arriba o en matas más pequeñas. Incluso mejor que las variedades de tomate determinadas, si no tienes una estructura que soporte el crecimiento de tus tomateras, son las de tomates enanos o variedades de patio que, además de ser compactas, no requieren poda.

Como puedes ver en nuestro canal de YouTube, en el pasado hemos cultivado tomates utilizando diferentes estrategias de poda. Sin embargo, de todos nuestros ensayos y errores, hemos aprendido que, para obtener los mejores resultados con la tecnología Tower Garden®, preferimos cultivar variedades de tomates cherry indeterminados utilizando un enfoque de poda estricto con el objetivo de permitir que sólo crezcan de 2 a 3 ramas principales. Además de obtener frutos más grandes, esta técnica nos permite cosechar tomates mucho más sabrosos.

Al cultivar tomates eliminando los chupones para limitar el número de tallos principales, las tomateras seguirán creciendo de manera continua, y es por eso que hay que “entrenar” esas ramas para que se arrastren como corresponde.

Resultado de una planta de tomate que no fue podada. Esta planta es ingobernable, y el sabor es inferior al de una planta que ha sido podada.
El rendimiento de la cosecha con estas técnicas de poda puede ser menor que cuando se permite que los tomates crezcan en forma de mata. Sin embargo, al limitar el número de ramas principales, aparte de una mayor flexibilidad a la hora de entrenar las cepas para que crezcan en zonas específicas, también se pueden plantar más tomateras en una misma torre (o plantar otros cultivos al mismo tiempo). Las tomateras que no se cuidan y crecen en forma de arbusto son invasivas y dificultan el potencial de plantación de la torre.

El sistema radicular de una tomatera no es lo suficientemente fuerte como para soportar todos los frutos que crecen en una tomatera sin los cuidados adecuados. Por eso nos hemos convertido en grandes defensores del cultivo de tomates en Tower Garden® limitando el número de ramas/tallos principales (como se muestra en estos dos vídeos).

No obstante, los tomates cultivados en un Tower Garden® son, en nuestra opinión, inferiores en cuanto a niveles de flavonoides (en comparación con los tomates cultivados en el suelo).

En otras palabras, basándonos en las toneladas de tomates que hemos cultivado aeropónicamente, los tomates cultivados en el suelo son más sabrosos que sus homólogos cultivados en torre. Esto es así sobre todo durante los calurosos meses de verano. Por supuesto, al realizar una prueba comparativa, también proporcionamos una calidad de suelo óptima, fertilizantes orgánicos, ¡y mucho cariño!

Aunque los tomates requieren de una exposición total al sol, si se utiliza la tecnología Tower Garden® en el exterior con una temperatura por encima de los 32°C/90°F, esto afectará el sabor de los tomates.

Vídeo: Cómo cultivar tomates en un Tower Garden®.

¡Cómo podar los tomates! Eliminando chupones de tus plantas.
Tomates Negros en un Tower Garden®.