Hace años,, durante un viaje a Holanda, quedé deslumbrado por la encantadora dueña del bed & breakfast donde me alojaba… Fue amor a primera vista. Iris es 75% asiática, 25% europea y 100% mi estilo!

Cinco meses después, dejaba atrás los arcoiris de Maui por los cielos grises del norte europeo y me mudaba de Hawaii a Amsterdam para vivir juntos. Dejé mi puesto como CEO de una empresa tecnológica para reinventarme en el sistema europeo.

En mi casa de Hawaii, aparte de un huerto bio en mi jardín, crecían bananas, piñas, maracuyá, paltas, etc.
Cuando me mudé a Amsterdam, a pesar de vivir en una casa muy bonita sobre un canal, echaba de menos la jardinería. Lo que más añoraba era comer alimentos cultivados por mí, y comencé a buscar información sobre huertos urbanos y todas las opciones disponibles.
Hace 3 años compramos una finca preciosa en Ibiza en un área rural de la isla y decidimos mudarnos allí definitivamente.

Teníamos la idea de montar un negocio juntos, algo que tuviera sentido humano y que fuese beneficioso para el planeta. Queríamos una actividad comercial relacionada con la cocina, la nutrición y la jardinería.

Mientras investigaba sobre jardinería urbana, había visto los sistemas aeropónicos de Tower Garden. Me fascinaban estas torres donde podías plantar todo tipo de frutas, hortalizas, hierbas y flores y además ahorrando 95% de agua comparado con los cultivos en suelo. Era un verdadero sueño: menos agua, menos espacio, completamente orgánico y con los nutrientes minerales más puros!

Me encantaba la idea de no tener que estar agachado quitando malezas, y no sólo eso: al no estar en contacto directo con la tierra, se reduce muchísimo el riesgo de pestes e insectos. Las torres ademas son súper versátiles, porque las puedes usar en un balcón, en una terraza, en un patio. *Hasta dentro de tu casa, con luces de crecimiento *

Y ni hablar del diseño! Estas torres son una obra de arte!

Tenía que ver esto en persona, así que me monté en un vuelo y conocí a Tim Blank, el genio de la horticultura e inventor de esta tecnología.

Para esa época, Tim era el director de la compañía y me llevó a conocer una granja Tower Garden. Madre mía! Todo crecía más grande, más rápido, sin esfuerzo; unos cultivos de película. Probé tantos vegetales y hierbas… Todo era tan real, tan natural, tan vibrante, tan sabroso: había encontrado mi nueva carrera!

Regresé a Ibiza y en seis meses montamos el primer huerto aeropónico de exteriores de la región, firmamos los papeles para nuestra empresa, Agrotonomy, y nos convertimos en los distribuidores de Tower Garden en Europa.

Cuando conocí a Iris, ella era el ratón de ciudad y yo el de campo. Yo de urbanita tenía muy poco y ella tampoco sabía de jardinería. Pues bien, con estas torres, es cuestión de plantar las semillas y sentarte a ver cómo crecen.

De un día para el otro, allí estaba Iris cultivando tomates, calabacines, lechugas, judías, fresas, melones… Te conviertes en jardinero como por arte de magia!

Casi de manera inmediata Agrotonomy dejó de ser un negocio y pasó a ser un estilo de vida. Al tener una disponibilidad constante de alimentos frescos y sin tener que ir al mercado para comprar comida, nuestros hábitos de alimentación cambiaron por completo.

El hecho de ser distribuidores de estos sistemas nos ha permitido conocer y conectar con personas interesantísimas. Las torres nos han cambiado la vida social, catapultándonos a un mundo de gente muy comprometida y consciente con el cuidado del medio ambiente.

El próximo paso es armar una NGO que utilice estos huertos en proyectos educativos. Queremos que los niños sepan que pueden cultivar sus propios alimentos con tecnologías amigables con el entorno. Hasta un niño de 5 años puede usar las torres! Creemos que si tienen contacto desde pequeños, se relacionarán de manera más positiva con frutas y hortalizas.

Una vez montados estos huertos educativos, la idea es donar todo lo producido a escuelas locales.

Es imposible describir la expresión de asombro en la cara de un niño cuando planta una semilla y ésta se convierte en planta. Te da esperanzas para el futuro. 

Puedes conocer más sobre nuestro proyecto visitando www.ibiza.farm o visitándonos aquí en la isla blanca en persona!